Si nos hicieran describir la profesión de un arqueólogo a aquellas personas que tenemos otras profesiones, seguramente aparecerían muchos adjetivos y definiciones, por ejemplo, para algunas sería aburrido, para otros interesante, fascinante, etc. Aunque seguramente la palabra horripilante no sería de las más utilizadas en estas definiciones, sin embargo, la verdad es que la humanidad tiene un pasado bastante violento y horripilante.
Muchos de los arqueólogos que estudian las civilizaciones antiguas están en contacto de manera permanente con algunos de los peores y más inquietantes aspectos de la historia del ser humano. Estos diez hallazgos son sólo una muestra de las cosas que se encuentran en las excavaciones arqueológicas estos profesionales.
Cremación de niños.
Durante una expedición arqueológica en el desierto de Alaska, los investigadores descubrieron los restos de un niño de 3 años de edad. El niño fue quemado y enterrado en el hogar familiar. Según los investigadores, los restos tienen por lo menos 11.500 años de antigüedad. Comprensiblemente, había unas pocas personas en la excavación que estaban nerviosos por lo que encontraron.
Los remanentes de un ataque caníbal.
En 2010, un grupo de investigadores descubrió en España evidencias de lo que parecía ser un ataque caníbal en una familia neandertal. Los arqueólogos descubrieron los huesos de tres hembras adultas, tres varones adultos, tres adolescentes, dos niños y un bebé. Todos los huesos presentaban signos de haber sido roídos y masticados. Una manera desagradable de morir.
Los Vikingos sin cabeza.
Los trabajadores del ferrocarril en el condado de Dorset, Inglaterra, descubrieron algo horripilante cuando estaban excavando: un pequeño grupo de guerreros vikingos sin cabeza estaban enterrados allí mismo. Al principio, los investigadores creían que los pobladores locales podrían haber tomado su venganza asaltando una fiesta vikinga. Al seguir con las investigaciones, se dieron cuenta de que las decapitaciones eran demasiado limpias, y que parecen haberse hecho de frente en vez de por la espalda. Nadie está muy seguro de lo que pasó aquí.
Garra de una Upland Moa.
En 1986, dentro de un enorme sistema de cuevas en el Monte Owen, de Nueva Zelanda, los arqueólogos se encontraron con esta garra, muy bien conservada y aterradora. Cuando llevaron la garra al laboratorio y pudieron analizarla, determinaron que pertenecía a un ave prehistórica gigante conocido como Upland Moa. Creo que estoy muy contento de que las garras de esa ave gigante se hayan extinguido, dan un poco de miedo.
Cráneos empalados.
Los arqueólogos descubrieron algo sorprendente en un lago seco de Motala, en Suecia. En el lodo seco, encontraron varios cráneos de alrededor de 8.000 años de antigüedad, clavados con estacas alrededor de un camino. Para empeorar las cosas, uno de los cráneos tenía trozos de otros cráneos atascados en su interior, así que no era el primer cráneo clavado en esa estaca.
El Hombre de Grauballe.
Se trata de un cuerpo momificado descubierto en un pantano por investigadores en el Reino Unido. Más allá de que su cabello y uñas estén totalmente conservadas, lo que hace significativo al Hombre de Grauballe es que él probablemente formaba parte de un sacrificio humano. Los investigadores llegaron a esta conclusión tras investigar una gran herida alrededor de su cuello. Es probable que fuera sacrificado para conseguir una mejor cosecha.
El Vampiro De Venecia.
En el pasado, el miedo a que un ser queridos se convirtiera en vampiro era muy real. Las personas tenía diversos métodos para tratar esos miedos, incluyendo la quema de cuerpos y enterrando el rostro del fallecido boca abajo. De no ser así, a veces se colocaba un ladrillo en la boca de los muertos. Esto fue considerado como el método infalible para garantizar que ningún vampiro sería capaz de chuparle la sangre a nadie. El cráneo que vemos en la foto de arriba se encontró con un ladrillo en la boca en una fosa común fuera de Venecia, en Italia.
El primer leproso del mundo.
A pesar de que la lepra no es muy contagiosa, esta enfermedad es y ha sido estigmatizada a lo largo de la historia humana. Durante un estudio arqueológico en la India, los investigadores encontraron un esqueleto de 4.000 años de edad, que creen que es la evidencia más antigua de la lepra. La tradición hindú dicta que el muerto debe ser incinerado. El hecho de que este esqueleto sobrevivió intacto es una prueba más de que esta persona era considerada inferior y repudiada por la sociedad debido a su enfermedad.
Los huesos de bebé.
Mientras que los arqueólogos estaban excavando en unas alcantarillas bajo los baños romanos de una vieja casa, encontraron algo muy preocupante: los huesos de cientos de bebés. No hubo evidencia de por qué alguien pensó que era una buena idea disponer de tantos niños pequeños en la alcantarilla. Con suerte, ellos ya estaban muertos cuando sus restos fueron colocados allí.
Antigua Guerra Química.
Los romanos controlaban la ciudad siria de Dura hace 2.000 años. El Imperio Persa quería la ciudad, por lo que decidió sitiar Dura. Durante el sitio, los soldados persas intentaron entrar a la ciudad excavando túneles.
Entonces los soldados romanos cavaron su propia serie de túneles para tratar de interceptar a los persas. Sin embargo, los persas los vieron venir y prepararon una trampa química mortal para los soldados romanos. Cuando los romanos se encontraron en la trampa, una nube de humo petroquímica se elevó a través del túnel.
Los investigadores no están seguros de lo que contenía el gas, pero creen que habría llenado los los pulmones de los romanos de ácido. Un investigador sugiere que respirar ese gas habría sido como “el humo del infierno.”
Me alegro de que la humanidad ya no sea tan brutal y desagradable (en general). Sin embargo, estoy casi seguro de que los arqueólogos del futuro cuando investiguen el año 2015 seguirán pensando que éramos primitivos y brutales. Aunque esto sólo lo puede descifrar el paso del tiempo.