sábado, junio 10, 2006

John Wayne Gacy


Nació en Chicago, el 17 de marzo de 1942. Hijo de John Stanley y Marion Gacy. Fue un niño frecuentemente golpeado por su padre alcohólico. De niño sufrió una herida en la cabeza que tiempo después le causaría constantes desmayos.


Parecía un hombre ejemplar, trabajó como gerente en un restaurante de Iowa, hasta que en 1968 es arrestado por haber sodomizado a un joven empleado y haberle pagado para que no testificara. Sin embargo, el muchacho terminó por denunciar a su agresor, lo que posteriormente incitaría a Gacy a hundirse en una locura asesina y contrata a otro muchacho al que asesina para vengarse del anterior.


Cuando al poco tiempo se descubre su primer crimen, Gacy es condenado a diez años de cárcel, pero por buen comportamiento sólo es retenido tres. Cuando sale en libertad el 18 de julio de 1970, se encuentra con que su esposa ha pedido el divorcio y Gacy se traslada a Illinois.


El 10. de junio de 1972 se casa con Carole Hoff. Trata de ganar popularidad entre los vecinos involucrándose en la política y en obras benéficas para su comunidad, como organizar fiestas de vecinos o disfrazarse de payaso para visitar a los niños en los hospitales y fiestas.


Al mismo tiempo que comete crimen tras crimen, su éxito y popularidad crecen cada vez más en los negocios y entre sus vecinos. Intimo amigo del alcalde, se convierte en un dinámico activista de la comunidad, contratista independiente, exitoso y líder en la Cámara Menor de Comercio, llega a ser elegido por una revista: "Hombre del año".


Era un hombre con necesidad casi obsesiva de controlar y dominar. Muy inteligente, contaba con un alto cociente intelectual y grandes dotes de manipulación gracias a su habilidad verbal. El experto en "serial killers", Robert Ressler, lo comparaba con una araña que va tejiendo la red sin que las víctimas se den cuenta, hasta que ya demasiado tarde se ven atrapadas y sin posibilidad de escapar.

Rondaba por las zonas de encuentros homosexuales en busca de víctimas. A veces les atraía a su casa y una vez allí les ofrecía alcohol y drogas, luego les ponía películas pornográficas. Cuando la víctima estaba inconsciente la ataba con esposas y cuerdas y la asaltaba sexualmente.


Cuando su segunda esposa lo abandona, el hombre se inicia en una serie de asesinatos a un ritmo de aproximadamente una víctima al mes. Sus víctimas eran todos varones en edad de nueve a veintisiete años. Muchos fueron atraídos por promesas de trabajos en la construcción, luego les ofrecía licores y cuando estaban ebrios los ataba a una silla. Tras violarlos, los mataba y los enterraba bajo su casa.


Mostraba un avanzado grado de sadismo, con frecuencia metía a los jóvenes maniatados en la bañera con una bolsa de plástico en la cabeza. Una vez que el joven estaba casi ahogado lo revivía para infligirle diversas torturas.


Como muchos asesinos en serie, Gacy creía que era invencible, porque nunca iban a sospechar de él. Se volvió más osado y arrogante. No sólo recogía a jóvenes de las zonas de homosexuales, sino que a veces incluso los recogía de la calle y se los llevaba directamente a casa sin preocuparse de lo que los vecinos podrían pensar ni decir.


En 1977 una víctima que sobrevivió a las agresiones informó a la policía sobre Gacy, diciendo que éste había tratado de matarlo, pero no le hicieron mucho caso. A finales de 1978, la madre de uno de los chicos desaparecidos dijo a la policía que unas horas antes de su desaparición, el chico le había telefoneado para decirle que un tal John Gacy le había ofrecido un trabajo; entonces, más alarmada, la policía inició una investigación.

El 13 de diciembre de 1978, la policía consiguió una orden de cateo para la casa de Gacy. Al penetrar en ella, los agentes sintieron un hedor insoportable que invadía todas las habitaciones. Los investigadores siguieron el olor hasta una especie de sótano bajo la casa en dónde hallaron tres cuerpos en estado de descomposición y una caja con cosas inusitadas: marihuana, un anillo de preparatoria con las iniciales J.A.S., siete películas pornográficas hechas en Suiza, pastillas de Valium, una navaja, fotografías de droguerías y farmacias, libros eróticos, unas esposas con llaves, una pistola italiana de 6 mm con cartuchos servibles y ropa muy pequeña para ser de Gacy. Fue arrestado inmediatamente


En el momento de su detención, John Wayne Gacy contaba con treinta y seis años. Su aspecto era agradable: bajo, gordito y con un gracioso bigote negro. Más que un peligroso asesino múltiple parecía un honrado hombre de negocios preocupado por el bienestar de la comunidad… quién se iba a imaginar que este simpático hombrecillo fuera asesino confeso de treinta y tres jóvenes.


Las víctimas de Gacy que habían sobrevivido se presentaron en la prisión e identificaron al agresor, quien confesó entonces haber torturado sexualmente y asesinado a más de treinta jóvenes.


En días posteriores a la detención, buscando otras víctimas, los investigadores incluso procedieron a levantar y cavar en el suelo, encontrándose más cuerpos enterrados entre la grava a poca profundidad y recubiertos con cal viva para acelerar la descomposición. En total se hallaron otros veinticinco cuerpos enterrados en el sótano de la casa y cinco más en un río cercano.


A la pregunta de por qué rebajaba así a sus víctimas respondió que no eran más que unos "despreciables mariquitas", unos inútiles vagabundos, mientras él era un próspero hombre de negocios que no disponía de muchas horas libres. Declaró que una relación sexual esporádica con estos jóvenes le quitaba menos tiempo que mantener una relación seria con alguna mujer.


En el juicio que se celebró en 1988, sus abogados alegaron inocencia por enajenación y que su cliente era inimputable por padecer un serio trastorno de personalidad, como Jekill y Hide.


La parte acusadora dijo entonces que en sus crímenes había un seguimiento de la víctima y premeditación, además de que el acusado era consciente de diferenciar el bien del mal, por lo tanto era imputable por ser responsable de sus actos. Gacy conservaba en todo momento su faceta asesina, incluso cuando actuaba como Pogo para los niños, simplemente ocultaba esa parte de su vida al exterior.


Tras seis semanas de juicio, el jurado lo declaró culpable y fue sentenciado a 21 cadenas perpetuas y 12 penas de muerte.


Gacy negó su culpa alternadamente mientras cumplía su larga condena. En la cárcel consiguió reconocimiento como pintor naïf. Sus cuadros, de temática circense llegaron a alcanzar precios muy elevados en el mercado (300,000 dólares). Finalmente fue ejecutado en 1994.

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