martes, febrero 07, 2006

Anneliese Michel

El filme El exorcismo de Emily Rose se basa en la historia real ocurrida a la joven Anneliese Michel que finalizó con su muerte trágica en 1976.

Anneliese Michel fue una chica alemana nacida el 21 de septiembre de 1952, que a partir de 1968 comenzó a sufrir una serie de convulsiones que los médicos de la época diagnosticaron como epilepsia. Tiempo después de la irrupción de los ataques, Anneliese empezó a ver rostros diabólicos mientras oraba, y a escuchar unas inexplicables voces que le aseguraban que tarde o temprano terminaría hirviéndose en el infierno. Tras un período de tratamiento médico, Anneliese concluyó que la ciencia no podía hacer nada por ella y que estaba poseída. Así, junto a sus padres buscó ayuda en la Iglesia Católica que, en un principio, rechazó la petición y más bien se dedicó a observar su conducta a fin de precisar si de verdad era necesario un procedimiento tan drástico como el exorcismo.

En esta observación se comprobó que durante los años 1974 y 1975, la conducta de Anneliese fue absolutamente bizarra. En su casa en Klingenberg, Anneliese insultaba, golpeaba e incluso mordía a otros miembros de su familia; no comía "alimentos normales" aseverando que los demonios se lo impedían; dormía en el piso de piedra y no en la cama; devoraba arañas, insectos y carbón; bebía su propia orina; durante horas y horas sin fin aullaba por toda la casa mientras rompía crucifijos, destruía cuadros de Jesús y hacía pedazos los rosarios.

Ante tales signos y otros adicionales que no mencionamos pero que supuestamente llevaban a pensar en una posesión, en septiembre de 1975, el obispo de Wurzburgo, Josef Stangl, asignó al padre Arnold Renz y al pastor Ernst Arlt para el exorcismo. En el desarrollo del mismo se estableció que Anneliese se hallaba en poder de varios demonios que respondían a los nombres de Lucifer, Judas Iscariote, Nerón, Caín, Hitler y Fleischmann. Desde septiembre del 75 hasta julio del 76, se efectuaron una o dos sesiones semanales de exorcismos con los habituales eventos extraños que son concomitantes a sucesos de esta clase (hablar lenguas desconocidas para la poseída, ataques fortísimos de la misma durante los cuales era necesaria la ayuda de varios hombres para controlarla, a veces tener que atarla, etc). En esta misma época Anneliese rechazaba la comida y de allí que el último día que se llevó a cabo el rito de exorcismo (30 de Junio de 1976), aparte de sufrir neumonía y fiebre altísima, Anneliese estaba prácticamente en los huesos. "Les ruego la absolución" fue la última frase que ella dirigió a los exorcistas.

La madre de Anneliese informó de la muerte de su hija el primero de julio de 1976, y ese mismo día las autoridades civiles fueron notificadas del deceso. Tras un par de años que los fiscales se tomaron para preparar el caso, la justicia alemana llevó a juicio tanto a los padres como a los exorcistas acusándolos de homicidio por negligencia. Terminado el proceso, durante el cual los jurados se acogieron a la tesis de los psiquiatras de que Annneliese había muerto por desnutrición y por el descuido de padres y exorcistas que no consideraron que ella "sólo" sufría de epilepsia que había degenerado en psicosis, los acusados fueron hallados culpables de homicidio involuntario y sentenciados a 6 meses de cárcel y libertad condicional. Más tarde, la Conferencia Episcopal Alemana dictaminó también que Anneliese Michel no estuvo poseída (apreciación que hoy es objeto de controversia). En la actualidad, la tumba de Anneliese es un lugar de peregrinación religiosa para miles de creyentes de todo el mundo que siguen viendo a esta jovencita como alguien que valientemente combatió al demonio hasta su muerte.